Cuando los niños van a las casas de los abuelos, todo les parece nuevo, hay un universo de cosas por descubrir, y de historias que escuchar. Y si además tienen la suerte de encontrarse con primos, la diversión está asegurada.
Sin embargo, los que volvemos a la que fue nuestra casa miramos alrededor con aire nostálgico. Por ello el procesado que le hemos dado a estas fotografías.
¿Qué os parece?
Vivan los abuelos! Y no sólo en navidad... Qué haríamos muchos de nosotros sin ellos, sin el cariño enorme que les dan a nuestros hijos, sin sus cuidados los días que están enfermos y nosotros no nos podemos quedar en casa, sin su sabiduría y su experiencia, sin su esfuerzo contínuo para apoyarnos en todo y que consigamos todo y a la vez podamos ser padres...
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