Con las últimas entradas hemos hablado de la fotografía que logra
desenfocar la mayoría de planos a lo largo de la profundidad de campo, para centrar la información en algo importante, como hicimos con
los juguetes.
En mi caso, el 95% de mis fotos son así, ya que suelo fotografiar personas, y me gusta aislarlas de elementos que distraerían en la imagen.
No es que no me gusten las fotos que presentan una gran profundidad de campo, lo que
Bryan Peterson llama
"fotografías que cuentan historias", de hecho me encantan, pero realizarlas suele suponer:
1. Trípode: Cuando más alta es la f, más cerramos la lente en diámetro, así que más tiempo tenemos que dejar abierta la lente para que "entre" la cantidad de luz necesaria. Por ello, con aperturas del orden de f22, los tiempos requeridos muy pocas veces son asumibles fotografiando a pulso, sin sacrificar la máxima calidad que nos brinda el ISO 100. Si te gustan estas fotografías, no te separes de tu trípode!
Aquí, por ejemplo, como no tengo un trípode que permanezca fijo en el agua, usé una apertura de f11 para conseguir cierta profundidad de campo, que me permitió tener una velocidad que paralizase el movimiento del agua.